La ignorancia; un paso para la discriminación.
Por: Ana Escobar Luna NORP IFMSA-MÉXICO
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A lo largo de nuestra vida hemos recibido educación de nuestros padres, maestros, familiares etc., la cual no ha sido escogida por nosotros, simplemente la hemos recibido y repetido los patrones de conducta que observamos en el hogar, escuela y sociedad principalmente. Sin embargo, debe llegar un punto en la vida en el que debemos ser seres pensantes por nosotros mismos y ser responsables de nuestra propia educación para discernir entre lo bueno y lo malo de una manera objetiva.
La falta de respeto al ser humano como tal, es en mi opinión el primer paso para permitir la discriminación hacia los demás, siendo el siguiente la ignorancia. En el pasado, presente y futuro el hombre se ha encontrado y se encontrará, afortunadamente menos que antes, con situaciones fuera del alcance de su razonamiento por lo que desconoce, teme, rechaza y prohíbe; son innumerables los conflictos dentro de la historia que se han provocado por el desconocimiento y sentimiento de amenaza hacia el agredido originándole atropellos que el agresor pudo cometer por estar en situación de ventaja y mayoría
El conocimiento de las situaciones que involucran un peligro para la salud son quizá dominadas por un mínimo porcentaje de la población y de éstos es aún más reducidos quienes se apegan a los principios de bioética y de mientras los demás siguen desconociendo, temiendo y rechazando, con lo que ponemos en desventaja a aquel que está enfermo, discapacitado, en situación de inmigrante, refugiado, desnutrido, al habitante de zonas endémicas y a las personas que conviven directamente con ellos haciéndoles aún más difícil su situación física, psicológica e incluso económica. Cuando en realidad, si conociéramos un poco su situación sabríamos que no tienen porqué ser una amenaza para nosotros y tratarlos como tal.
En la actualidad los medios de comunicación nos han dado la posibilidad de estar enterados de casi todo lo que sucede en el mundo, consultar información acerca de cualquier tema y mantenernos en contacto con personas a miles de kilómetros de nosotros, lo que pretendo, es que nos demos cuenta que estar informados no es una opción, sino, obligación y derecho. Ya que con esto seremos menos ignorantes, conoceremos la diversidad cultural para respetarla y saber que los otros humanos por el hecho de creer, pensar, vivir, trabajar, etc., diferente a nosotros, no lo son tanto e incluso podríamos encontrar esas pequeñas diferencias interesantes y así no agredir ni discriminar, para después no convertirnos en los agredidos y discriminados.
